Es prácticamente obvio saber cuando alguien necesita lo que se llama un “lavado de imagen”. Pero, ¿cómo se hace?
Aunque todos pensamos que la imagen pública sólo afecta a los personajes que aparecen en medios de comunicación, entre ellos: famosos, políticos… lo que se dice imagen pública, tenemos todos. La percepción que los demás tienen de nosotros es imagen pública. Curiosamente, el lavado de imagen afecta a las actitudes personales o a los valores personales e institucionales de cualquier tipo. Nadie dice que se hace una lavado de imagen con un cambio del vestuario. A eso lo llamamos cambio de imagen. Sin embargo, la imagen externa, será fundamental para realizar un lavado de imagen. La imagen no se “ensucia” con la imagen externa pero sí tiene un poder “lavante” muy importante.
Cuando esa imagen es distorsionada o no es la pretendida o no está “bien vista” (lo entrecomillo porque esto es relativo), en fin cualquiera que sea el motivo que precise un lavado de imagen, se entra en un proceso de reinformación.
Dado que cada uno de nosotros vemos una realidad distinta, en función de nuestra forma de ver y entender la vida y creencias personales y espirituales, moral, etc., cada uno de los que observan tendrá una opinión propia sobre lo que percibe. Por tanto un lavado de imagen se debe hacer cuando se produzca un perjuicio para nuestros objetivos ante un entorno concreto. Lógicamente cuanto mayor es la relevancia de la persona o institución que necesita de esta herramienta más afectará a entornos de diferentes tipos.
Cuanto menor sea la influencia del personaje o institución se supondrá un entorno más homogéneo, que en principio, será más fácil de ser informado.
Al mismo tiempo que escribo este post, España está en estado de alerta. La causa el caos aéreo por el asunto de los controladores aéreos españoles. La imagen de estos así como la de “la marca España”, de cuya imagen hable en el post “la imagen de un país, pueblo, ciudad”, se ve gravemente afectada. Pero no he visto ninguna medida para controlarlo.
Tenemos dos formas de acción ser proactivos o reactivos (como en tantas cosas en la vida). En el caso de los controladores debía haber sido proactiva desde hace meses. Ahora tendrá que ser reactiva. En el segundo caso, a la fuerza, será reactiva: el problema ya ha sido desencadenado. Habrá que ser hábiles para un lavado de imagen eficaz en ambos casos.
Bien. Para un lavado de imagen eficaz necesitamos:
1- Nueva actitud
2- Entornos adecuados
3- Medios de comunicación
4- Mensajes concretos
El diseño de estos parámetros más las herramientas de asesoría de imagen conseguirán una nueva imagen.
Normalmente el lavado de imagen no es un caso de maquillaje. Suele ser de cirugía. Hay que ir al fondo de lo que ha producido el problema y saber que hay que decir y qué hay que callar.
Cuando comencemos todo el proceso, conllevará un gran trabajo de imagen, información y un preciso entrenamiento de comunicación y actitud.
Absolutamente apasionante.
Para saber más:
www.guapas10puntocero.com
