lunes, 21 de febrero de 2011

COMENZAR PROFESIONALMENTE COMO ASESOR/A DE IMAGEN

Una de las búsquedas que más detecto en las entradas de este blog es sobre cómo se comienza profesionalmente en Asesoría de Imagen. También observo otras que tienen que ver con cómo se hace o qué preguntas se hace a los clientes.
Bien. Sobre cómo comenzar siempre aclaro unas cuantas cosas:
Muchos asesores de imagen y asesoras que se han titulado provienen de profesiones como la estética personal o la peluquería. Lo cual es un complemento perfecto para la belleza. A estos profesionales les gustaría saber cómo rentabilizar sus salones de belleza implementando la asesoría de imagen. Conozco muy pocos casos de éxito en este sentido. Pero los hay. Y he visto que la fórmula ha sido separando físicamente el espacio dedicado a una cosa y a otra. Es decir creando el gabinete de Asesoría como un despacho profesional dentro de los salones, y siempre que se disponga del espacio para hacerlo. La parte de la Asesoría de imagen perfecta para esto es la “asesoría de belleza”. Otras parcelas de la profesión son muy complicadas de ejercer así. Pero la belleza es perfecta. Incluso se puede hacer con unos precios muy competitivos y que atraen al cliente a estos servicios.
Otra cuestión es que la población en general sabe que existimos pero no saben qué hacemos. Pues a explicarlo. Cada cual que busque su mensaje. Además esto es un autoexamen que debemos hacernos. Como si estuviésemos haciendo una asesoría de imagen para nuestro propio negocio.
Para quien tiene un despacho profesional dedicado a la Asesoría en general, es obvio, que debe publicitarse. Mis clientes más rentables han llegado vía publicidad en páginas telefónicas e internet (y eso que siempre he utilizado páginas muy sencillas: con forma de contacto y poco más).
Y lo principal y que más me preguntan es cómo hacer una asesoría de imagen. Por dónde empezar. Pues se empieza por una parte muy sencilla: lo primero es hacer entender al cliente que la Asesoría es un conjunto de especialidades. No es una parcela u otra. Son todas. El cliente puede venir buscando una asesoría de belleza. Eso lo tenemos muy machacado. Sabemos qué hacer. Lo hacen hasta los que no están formalmente preparados. Así nos llega el problema del intrusismo. Reconozcamos que no es tan difícil hacer una asesoría de belleza. Y aquí es donde hay que diferenciarse: belleza más forma de comunicación. Belleza más el manejo de los usos sociales. Belleza más estilo. Etc. Siempre en Asesoría de Imagen Personal. Y quienes han recibido mis clases, no tienen excusas. Saben que esto es así. Que tiene que coordinar todas las disciplinas. Si no, quedarán al mismo nivel que los que se hacen llamar asesores de imagen sin serlo.
Otra cosa que saben mis ex -alumnos es que “es un todo” que es aplicable a todo. Y desde ahí somos capaces de hacer cualquier trabajo de asesoría.
Por último, saber cómo obtener información del cliente para resolver sus necesidades. Desde los cuestionarios hasta la escucha activa son válidas. Pero el problema es saber interpretar la información y llegar a condensar está en una frase desde la que se ejerce todo lo demás. Para esto recomiendo un ejercicio sencillo de exponer pero complicado de resolver:
¿Puedes definir tus objetivos en tres segundos como máximo? Escúchate, pregúntate y sabrás qué hacer. Haz lo mismo con tu cliente.