lunes, 11 de febrero de 2013

Bienvenidos al mundo de la manipulación

Uno se cansa de las comparaciones mediocres. Por más que se explica resulta difícil que la población confunda un asesor de belleza con un asesor de imagen. Intentaré, por enésima vez, a letra en grito y, además, claramente la gran diferencia. Además se lo he prometido a mis alumnas. Por ellas y por mi compromiso con esta profesión. Supongamos que usted necesita estar o parecer más guapo. Pues acude usted a un asesor de belleza o a un asesor de imagen (que además puede hacer bastante más por usted) Supongamos que es usted el rey de un país, digamos España y su nombre Juan Carlos I Rey. Supongamos que le "pillan" en un viaje de caza y por culpa de un accidente del cual sale herido y debido a esto se organiza el jaleo que todos ya conocemos. Bien. Un asesor de belleza le diría que se pusiera guapo para salir en los medios, humillándose de forma patética. Un asesor de imagen (desconozco si el Rey lo tiene o quién era en ese momento) bien formado en cualquier aspecto de la imagen, y subrayo toda la frase, no le dejaría decir lo que dijo. Le hubiera aconsejado que simplemente dijera algo así como "a partir de mañana mi agenda será pública" . ¿Se entiende ya la diferencia? ¿Sí? ¡¡¡Pues bienvenidos al mundo de la manipulación!!!