HACER UNA ASESORÍA DE IMAGEN

Una de las frases más repetidas en las búsquedas que llega al blog es, “¿Cómo se hace una asesoría de imagen?”


Voy a explicar los pasos que sigo en mi método. Sé que es una forma única. No sé si la mejor, pero a mí me da muy buenos resultados. Tuve que desarrollarlo así porque he encontrado que otras formas no llegan con la profundidad que yo buscaba.

1- Averiguar qué tipo de asesoría de imagen es necesaria.

a. Profesional

b. Social

c. Pública

d. Personal branding

e. Lúdica

f. Artística

g. Política

h. Asesoría de belleza (que puede ir incluida en cualquiera de las otras)

O cualquier otra no contemplada en esta lista.

2- ¿Para qué? ¿Por qué?

En este punto necesito saber cuál es el OBJETIVO del cliente. Porque necesito saber qué hay que hacer. Cuál es el camino que tengo que emprender. Una dirección.

Es el paso más difícil. Es complicado que sepamos a dónde queremos ir.

Para averiguar estos datos utilizo un sistema de mi método mediante el cual consigo que se verbalicen varios datos.

- Tu posición actual

- Tu estado anímico actual

- Valoración de tu imagen actual. Interna y externa.

- Tu objetivo

- Tu cualidad

- Tus emociones

Lo consigo de una forma muy rápida. Una vez que tengo “palabras” tengo “imágenes”.

En este momento se diseña el “mensaje personal”.

3- El tercer paso es ver cuántas cualidades coinciden con la “imagen” que buscamos. Esas cualidades se potencian para reforzar el mensaje personal. A la vez se observan las cualidades que hay que cambiar (tanto internas como externas). Este proceso es más largo pero es mucho más fácil cuando tenemos un objetivo. Simplemente, todo lo que hagamos a partir de este punto, solo tiene que responder al OBJETIVO MARCADO. Aquí es donde creamos los códigos que dicen quién eres y qué quieres. Pero insisto, en función de ese mensaje.

4- Ahora se realiza la asesoría de belleza. Y lo que hago es responder a una pregunta en todos sus términos: ¿Cómo potencio tu belleza sin salirme del guión marcado?

5- En este momento se empieza el “proceso productivo”. Iniciamos los entrenamientos necesarios de imagen interna: comunicación, actitudes, comportamiento adecuado… a la vez se hace el shopping, tratamientos, peluquería, etc.

6- La fase final es el seguimiento. Saber si se están consiguiendo los objetivos marcados o si hay que retomar algún punto de nuevo.

Las ventajas de mi forma de hacerlo son: que siempre sé en cuál dirección vamos y la verbalización de las necesidades y objetivos. Esto me evita muchas horas de trabajo y es más directo. Trabajo con la vista en un esquema, también propio, a través del cual me guio. No me dejo nada sin saber de mis clientes.

Hasta la próxima.



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